miércoles, 16 de marzo de 2011

Funcionamiento de una central Nuclear

 

Expliquemos para entederlo mejor todo el funcionamiento de una central nuclear:
 

Un reactor nuclear es un recipiente en cuyo interior se encuentra el combustible nuclear (uranio o plutonio).
 

Dicho combustible se suele introducir en forma de pastillas encapsuladas en una serie de vainas metálicas, rodeadas por un material moderador, que forman el interior del reactor. Para el control del reactor existen unas barras deslizantes, compuestas de un material capaz de absorber neutrones (boro o grafito). 
Todo el conjunto del reactor se halla encerrado por el blindaje biológico, que es una envoltura de metal y hormigón cuya finalidad es impedir el paso de la radiación o gases contaminantes o radiactivos al medioambiente.

La energía liberada por la fisión del combustible se manifiesta en forma de calor que se extrae mediante un refrigerante. El refrigerante suele ser agua. A causa del calor recibido, el agua se convierte en vapor a alta presión. 
El vapor así producido es utilizado para mover turbinas que están acopladas a los generadores eléctricos, posteriormente es enfriado y forzado a circular nuevamente dentro del reactor mediante bombas.

La generación de electricidad es el empleo principal de la energía liberada en una fisión nuclear. El reactor es necesario controlar la reacción de fisión en cadena, proporcionando un sistema que impida que el número de fisiones por unidad de tiempo sobrepase ciertos límites.
(monografías.com)


Fusión del núcleo:

Una fusión del núcleo de un reactor se produce cuando existe un fallo en los sistemas de seguridad de la central (en este caso, podría deberse al sistema de refrigeración) y el combustible radiactivo que contiene su núcleo se calienta, pasando de un estado sólido a líquido. Esto provoca la "fusión" de sus componentes, liberando una mayor cantidad de radiactividad al medio ambiente.



En los peores casos puede producirse una explosión con motivo de la acumulación de gases o del contacto con agua. La violencia de la explosión podría expulsar materiales radiactivos al medio ambiente, sobre todo si no existe un edificio de contención que aisle al reactor de la atmósfera. Dos ejemplos totalmente antagonistas son los de la central nuclear de Three Mile Island (Estados Unidos) y la central nuclear de Chernobyl (Ucrania, entonces URSS). 

La primera sufrió una fusión parcial de núcleo, que derivó en una explosión. En el segundo caso la fusión fue completa, y también provocó una explosión. La diferencia radica en que la central estadounidense dispone de edificio de contención y la ucraniana no. La primera no registró daños personales, mientras que en la segunda hubo que evacuar a 600.000 personas de sus hogares, siendo la cifra oficial de 31 muertos y la extraoficial de varias decenas de miles.


Cuando se produce una fusión de núcleo es necesario esperar un tiempo prudencial hasta que se haya estabilizado el entorno de trabajo. 

Generalmente, los niveles de radiactividad serán altos durante miles de años, pero es de esperar que los elementos más potentes, como el yodo, reduzcan su presencia tras una semana.

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