La Tierra ha dado cobijo al hombre desde que éste fue creado, no sólo lo ha albergado en la vastedad de su superficie, sino que le ha proporcionado alimento y el material necesario para que goce de una calidad de vida adecuada.
Las limitaciones del planeta son algo que no preocupó a nuestros antepasados porque había menos población y porque se tenía una idea de la Tierra que lindaba con lo infinito. Pero el hombre de hoy tiene conocimiento de que su hábitat no es infinito, ni para alojarlo, ni para darle alimento, ni para recibir todos los desperdicios que deja a cada momento. Hay un punto a favor del hombre y es que a través de la historia ha acumulado conocimientos y ha mejorado su capacidad intelectual, lo cual le permite estudiar la problemática de la Tierra, saber que hay actividades humanas que dañan el planeta e idear soluciones para evitar ese daño.
De acuerdo a lo mencionado, no tendríamos de qué preocuparnos, salvo que el hombre además de tener conocimientos, tiene también intereses y egoísmo, lo cual, lo hace reticente a dejar de practicar las actividades que afectan el medio ambiente, ya que éstas le representan, en muchos casos, beneficios económicos o comodidades, por ello, intenta convencerse de que en realidad no sabe con certeza si su actividad perjudica el medio ambiente, o en qué magnitud lo afecta, expone que el daño a la Tierra producido por las actividades humanas aún no está demostrado y que por lo tanto, no hay razón justificada para dejar de practicarlas.
Como se ha dicho, muchas actividades del hombre dañan el medio ambiente del planeta, siendo uno de los problemas, el cambio climático que está siendo acelerado por los gases que emiten las actividades del hombre y que producen el efecto invernadero en la atmósfera.
La responsabilidad del hombre va más allá, en el tiempo, pues no sólo debe usufructuar los bienes que el planeta le proporciona, tratando de cuidar el medio ambiente para poder seguir recibiendo esos bienes, sino que éticamente tiene una obligación, debe considerar que el planeta no sólo es para él, también debe servir de cobijo y sustento para las generaciones venideras; debe preservar el hábitat para que los que vienen puedan tener una calidad de vida adecuada y tomar sus propias decisiones. Debe romperse la relación directa entre el desarrollo y la degradación ambiental.
Nos encontramos en una situación en la cual, dependiendo del punto de vista, puede ser demasiado tarde para arreglar las cosas o es de una urgencia relativa hacerlo; por ejemplo, mientras se discute cómo hacer para detener el daño al medio ambiente, la capa de ozono se adelgazó lo suficiente para que los rayos ultravioleta le hayan causado cáncer a muchas personas, especialmente en el territorio australiano, para esas personas es demasiado tarde para solucionar el problema, por otro lado, hay personas en algunas ciudades donde la contaminación del aire es tal, que tienen que usar pañuelos y máscaras como filtros, para poder respirar, para ellos es urgente solucionar el problema, pero hay otros lugares donde aún se respira con tranquilidad y simplemente se escucha que el aire se está contaminando lentamente, que el nivel del mar subirá cuando los deshielos en los polos se produzcan en mayor magnitud, debido al calentamiento de la Tierra, etc., aparentemente, para esas personas la solución del problema no tiene mayor urgencia.
El hombre se encuentra frente a una crisis ecológica que afecta a la humanidad sin considerar nacionalidades o cualquier otra diferencia, lo que hace que haya interdependencia en lo referente a la solución del problema del medio ambiente, por ello, la situación debe enfrentarse solidariamente, en forma global. Se está produciendo un cambio climático, un adelgazamiento de la capa de ozono, contaminación en diversas formas, acumulación de deshechos industriales y domésticos, agotamiento de la base de los recursos naturales, pérdida de biodiversidad, lluvia ácida; hechos que aceleran la degradación de la calidad del agua, del suelo y del aire. La crisis constituye un desafío a la economía mundial e ignorarla o subestimarla, puede poner en peligro los sistemas sustentadores de la vida en el planeta.
La Tierra se ha vuelto muy pequeña, no sólo porque las comunicaciones permiten tener conocimiento de los sucesos en otras partes del mundo casi instantáneamente, sino porque la actividad humana en determinado lugar tiene repercusiones ambientales en otros lugares del planeta, aún en los más alejados; situación que permite tomar conciencia sobre lo que es la Tierra, el hábitat de toda la humanidad, que debe ser preservado. El enfrentar la crisis ecológica ofrece a la humanidad la oportunidad de unirse en una lucha conjunta contra un enemigo común y meditar los conceptos de solidaridad, respeto y responsabilidad. Un medio ambiente deteriorado limita al hombre en sus posibilidades, favorece el incremento de pobreza y es un coadyuvante para que se den otros problemas, como el terrorismo y la delincuencia.
Los temas atmosféricos tienen algunas características comunes:
- Son transfronterizos.
- No puede rastrearse el origen, pues hay multiplicidad de actores.
- Hay distancia entre la causa y el efecto, tanto en el espacio como en el tiempo.
- Para la solución es indispensable la acción colectiva de la humanidad.
En el año 1999 la Tierra alcanzó los 6,000 millones de habitantes, aún no se tienen apreciaciones sobre la población que saturaría el planeta o la población máxima que puede soportar, pero según algunas proyecciones, de mantenerse las tasas actuales, en el año 2100 se alcanzaría una población de 100 000 millones; entonces, sea que se sature la capacidad del planeta o que se alcance una cifra parecida a la estimada para el año 2100, es apreciable que se incrementará la demanda de energía y servicios energéticos, lo que originará más emisión de gases invernadero.
El reto es grande, pero las medidas necesarias para detener el daño y recuperar algo de lo perdido están al alcance del hombre, quien ya en anteriores oportunidades demostró su capacidad de trabajar solidariamente, como cuando los países poderosos de las Naciones Unidas decidieron enfrentar el problema de la morbilidad en el mundo, en base a organización y un presupuesto asignado, se logró la reducción de muchas enfermedades. En realidad se está avanzando, se ha creado mucha conciencia del problema y se reconocen responsabilidades, pero aún no se tiene la forma de abordar la solución integral de los temas, se trata de un proceso gradual y todavía falta mucho por conocer sobre el clima.
La presente monografía tratará de explicar en qué consiste el problema ecológico relacionado al efecto invernadero, luego se tratará de indicar la relación que existe entre esos problemas y las actividades del hombre, indicar algunas de las consecuencias en el planeta, para después sugerir algunas acciones y políticas dirigidas a permitir la recuperación del medio ambiente, o a evitar que el daño continúe produciéndose.
Capitán de Navío Jorge Guillermo Vargas de la Jara
PERU
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